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Guía de Sexualidad > Maximizando tu sexualidad

El aseo

Nada más excitante incluso para una pareja que te conoce perfectamente que tener buen aspecto y oler bien.

En la higuiene femenina, es indispensable lavarse a diario los genitales externos, pero no es adecuado realizarse lavados vaginales, pues ella misma se limpia y autorregula. El agua es más que suficiente. También es conveniente optar por ropa interior cómoda y de fibras naturales, descartando aquella que apriete, incomode o irrite.

La Atmósfera

Las primeras señales de la apetencia sexual surgen en la mente, y no en el cuerpo; es importante que todos tus sentidos se encuentren a gusto en un ambiente agradable y cómodo. Piensa en formas de complacer los sentidos del gusto y del olfato, a veces olvidados. Hay que establecer contacto bastante antes de que desaparezca la ropa.

Utiliza la imaginación para fantasear con múltiples formas para hacer el amor con tu pareja, y no te sientas incómodo si en tus fantasías se plantean el realizarlo con otra pareja o incluso en grupo, eso no significa que ya no estés interesado por tu pareja, sino que existe libertad para experimentar abiertamente. Incluso imagina que estáis haciendo el amor en otro lugar, un entorno novedoso en donde dar rienda suelta a vuestras pasiones.

A menudo en el sexo se olvida la importancia de hablar, pero no hay nada como una charla amistosa para crear un buen preludio para el acto sexual en sí. Si no tenéis un punto de partida del que partir, podéis probar a leer libros eróticos que incluso puede daros ideas positivas para el acto.

Dile lo maravillosa o maravilloso que es, lo que más te gusta de su cuerpo y su sexualidad. Busca palabras que os exciten a ambos, y mantén constantemente un contacto visual directo, dejando que las caricias comiencen a partir de este momento. Dile por dónde prefieres que te acaricien y con la intensidad que te gusta que lo hagan, e interroga a tu pareja sobre esto.

Conociendo tu cuerpo.

Tus sentidos son las vías por donde llegan los estímulos eróticos, explorar y conocer nuestro cuerpo te ayudará a sentirte realizado/a durante tus actos sexuales. Para aprender a dar a tu pareja un placer completo, primeramente has saber darte un placer completo.

Primero realiza una mirada general de tu cuerpo, relájate, no eres el primero al que no le gusta alguna o varias partes de su anatomía y que piensa que podría estar mejor. Ahora mírate contémplate detalladamente, el mero hecho de tocarte cada día no tiene que significar que conozca perfectamente cada zona de tu cuerpo.

Ahora mira tu pene, quizás pienses que es pequeño, pero la mayoría de los penes poseen esas dimensiones, además, desde arriba siempre se verá de menor tamaño que desde frente, y, recuerda que lo importante no es su tamaño, sino nuestra forma de hacer y sentir el sexo.

Uno de los mecanismos que más cuestan desarrollar, mantener y repetir es la erección del pene. Haz de conocer la fisiología de tu cuerpo para conocer sus mecanismos y así obtener control sobre tu erección.

Comienza estimulándote, pero cuando sientas que comienza la erección, cuando veas que el pene se endurece, detente y deja que la erección desaparezca. Aparta las manos y respira profundamente para relajarte. No pierdas de vista las reacciones de tu cuerpo, concéntrate en sentir cada sensación que pueda llegarte por los cinco sentidos.

Esto no tiene nada que ver con la masturbación para lograr placer rápido, sino que si permites que la erección desaparezca y luego vuelva a parecer, podrás descubrir lo que necesitas para provocarla otra vez.

Sigue practicando esta técnica hasta que sientas que tienes control sobre la erección y en cómo provocarla; entonces, logra una nueva erección, y en vez de dejarla morir, continúa estimulándote hasta llegar a la meseta, que es justamente el instante que precede al orgasmo, así pronto comenzarás a experimentar orgasmos cada vez más profundos.

Un baño acompañado

Una vez desnudo, suele resultar muy estimulante compartir un baño o una ducha juntos. A ser posible que sea un baño, mezclando cada vez distintos tipos de olores, espumas y aceites reconfortantes. El acompañarlo con algún tipo de bebida o licor que guste a ambos para deleitaros mientras dure el baño, os ayudará a mantener una atmósfera adecuada. Tampoco estará de mal el mantener una temperatura apropiada en la habitación para sentiros aún más cómodos. Jugad con la espuma y los aceites; haced de los besos y las caricias vuestro mejor aliado.

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